El satélite europeo Goce -Explorador del Campo Gravitatorio y de la Circulación Oceánica, por sus siglas en inglés- logró obtener, por primera vez, imágenes detalladas en extremo de cómo las corrientes de agua se mueven alrededor del planeta.
Estas imágenes registran el efecto de la gravedad sobre las corrientes oceánicas, lo que les permite a los científicos determinar la dirección y velocidad de las mismas.
El Goce fue lanzado al espacio en marzo de 2009. |
Los datos obtenidos gracias a Goce servirán para mejorar los modelos climáticos que estudian cómo los océanos mueven calor alrededor del globo.
En el nuevo mapa se puede ver con claridad la famosa Corriente del Golfo, la más intensa de todas las corrientes, en la que el agua pasa a gran velocidad, alcanzando incluso más de un metro por segundo, en algunos lugares.
"La Corriente del Golfo toma agua cálida de los trópicos y la transporta hacia latitudes más altas. Ese calor se libera en la atmósfera y mantiene el clima de las islas británicas, por ejemplo, mucho más cálido de lo que sería de otro modo", explicó Rory Bingham, de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido.
"Cuando este agua llega a latitudes altas, como todavía está fría, salada y densa, se hunde. Y así da lugar a una corriente que contribuye a regular el clima de la Tierra".
Distintas gravedades
Los datos sobre la altura de la superficie marina sumados a la información sobre la gravedad le da a los científicos una idea de dónde está acumulada el agua.
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) lanzó este satélite en marzo de 2009 y la información que está aportando desde su lanzamiento está cambiando nuestra visión sobre cómo varía la gravedad en distintos puntos del planeta.
A diferencia de lo que el público cree, la fuerza de gravedad no es igual en todas partes. Existen diferencias sutiles entre un lugar y otro.
En los océanos, tiene el efecto de acumular agua sobre las grandes cadenas montañosas submarinas y de hundirla sobre las depresiones oceánicas profundas.
El mapa brinda información incluso de las corrientes más pequeñas, como la de Mann Eddy en el Atlántico.
Si los científicos comparan la información con las mediciones de la superficie del agua tomadas por otros satélites, pueden componer una imagen mucho más precisa de dónde se acumula el agua, hacia dónde se puede dirigir y a qué velocidad.
Y si se le suma la información recolectada sobre la temperatura del mar, se podría calcular la cantidad de energía que los océanos mueven en el sistema climático de la Tierra.
Hasta 2012, o 2014
La información que nos envía Goce es sorprendente
Rory Bingham, Universidad de Newcastle
"La información que nos envía Goce es sorprendente", dice Bingham. "Estamos obteniendo detalles muy mínimos. Es increíble pensar, por ejemplo, que podemos notar desde el espacio, las características de corrientes muy pequeñas, como la de Mann Eddy, un pequeño núcleo de agua en el Atlántico que gira y gira sin parar".
La misión del Goce no se prolongará por mucho tiempo. Cuando se le acabe el combustible, se caerá del cielo (desintegrándose al ingresar en la atmósfera).
"Tenemos fondos y recursos a bordo que nos durarán al menos hasta fines de 2012", señaló Rune Floberghagen, director de la misión. Si los gobiernos europeos añaden fondos adicionales y Goce no consume rápido todas sus reservas de combustible, la fecha de la misión podría extenderse hasta 2014.
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