La resolución del pontífice llega inmediatamente después de que el prefecto para las Causas de los Santos del Vaticano, el cardenal Angelo Amato, presentara un informe con las pruebas de que Carol Wojtyla obró un milagro al interceder en la curación de la monja francesa Marie Simon-Pierre, enferma de Parkinson.
La beatificación es un prerrequisito para acceder a la condición de santo, proceso que habitualmente lleva décadas y en algunos casos siglos, pero que en el caso de Juan Pablo II avanza por la vía rápida.
El proceso para la beatificación de Carol Wojtyla, máxima autoridad de la Iglesia Católica desde 1978 hasta su muerte en abril de 2005, comenzó en Roma el 28 de junio de ese mismo año.
El día del funeral del "papa viajero", la multitud coreó "santo subito" para pedir su canonización inmediata. No fue así, pero en su caso Joseph Ratzinger prescindió de la costumbre de esperar cinco años después de la muerte.
El propio Juan Pablo II ya había impulsado la aceleración del proceso de santificación. Además fue el pontífice que más santos elevó a los altares, con 482. Beatificó a 1.338.
EL CAMINO DE LA SANTIDAD
El proceso de canonización empieza transcurridos cinco años desde la muerte del candidato o candidata. Para tomar su decisión, la Iglesia Católica analiza la vida y obra de la persona y busca "evidencia" que confirme su santidad.
- Primera etapa: la persona es declarada "servidor de Dios".
- Segunda etapa: se la declara "venerable".
- Tercera etapa: beatificación; la persona es considerada "bendita" (require de un milagro atribuido al candidato).
- Cuarta etapa: canonización, la persona es declarada "santa" (requiere de la autenticación de otro milagro).
El milagro
Para poder ser beatificado se requiere la constatación de al menos un milagro (dos para ser proclamado santo).
En el caso de Wojtyla, el milagro alegado por el cardenal Amato es la curación de una monja enferma de Parkinson.
La hermana Marie Simon-Pierre, una monja francesa que sufría la misma enfermedad que el propio Papa, alegó que se curó misteriosamente dos meses después de la muerte de Juan Pablo II al rezar por él.
Los restos mortales de Carol Wojtyla, una vez sea proclamado beato, serán trasladados desde las Grutas Vaticanas, cripta de la basílica de San Pedro, hasta la capilla de San Sebastián, también en el Vaticano, para facilitar la llegada de visitantes.
Según cifras oficiales del Vaticano, unas 20.000 personas visitan a diario la tumba del predecesor de Joseph Ratzinger.
Desde el jueves, la capilla de San Sebastián está cubierta por una gran lona después de que comenzaran los trabajos de reforma de cara a recibir los restos de Juan Pablo II y el consiguiente traslado de Inocencio XI (1611-1689).
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