Científicos en Estados Unidos descubrieron que los pacientes con mal de Alzheimer tardan más que las personas sanas en eliminar una proteína dañina en el cerebro que es clave en la enfermedad.
Ya se sabe que esta proteína, que produce las llamadas placas beta-amiloides, se acumula en el cerebro de las personas que sufren el mal.
Pero ahora la investigación -publicada en la revista Science- encontró que no es la acumulación, sino la mala eliminación la que causa el problema.
Aunque el estudio fue pequeño, con sólo 24 personas, los expertos afirman que el descubrimiento es importante y ayudará a un mejor entendimiento de la enfermedad.
Con el incremento en la población de adultos mayores en el mundo, el mal de Alzheimer se está convirtiendo en uno de los principales problemas de salud pública del planeta.
Tan sólo en Estados Unidos se calcula que unas cinco millones de personas viven con la enfermedad.
Acumulación y eliminación
Los científicos creen que la acumulación de niveles anormales de proteína beta-amiloide en el cerebro provoca una serie de eventos que conduce a la muerte de neuronas y eventualmente a la demencia.
Los neurólogos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington insertaron una aguja en 24 pacientes para obtener líquido cefalorraquídeo -el fluido que baña al cerebro- y midieron la cantidad de proteína beta-amiloide en éste.
Ahora, la siguiente pregunta es: ¿qué es lo que causa la disminución en el ritmo de eliminación?
Prof. Randall Bateman, Universidad de Washington
Entre los participantes, 12 sufrían de Alzheimer de aparición tardía (que por lo general se desarrolla después de los 65 años) y 12 eran personas sanas.
Se tomaron muestras para medir los niveles cada hora, durante 36 horas.
Los investigadores encontraron que el ritmo de eliminación de beta-amiloide en los pacientes con Alzheimer era 30% más lento que en aquellos que no sufrían la enfermedad.
Los científicos creen que la eliminación de la proteína podría eventualmente medirse, quizás por medio de un análisis de sangre, para detectar el compuesto antes de que aparezcan los síntomas de la afección.
Mejor diagnóstico
Según el doctor Randall Bateman, quien dirigió el estudio, "este hallazgo podría ayudarnos a desarrollar una mejor prueba de diagnóstico y terapias más efectivas".
"Ahora, la siguiente pregunta es: ¿qué es lo que causa la disminución en el ritmo de eliminación?", agrega.
Otros expertos recibieron positivamente el hallazgo.
El doctor Clive Ballard, director de investigación de la organización Alzheimer Society, de Estados Unidos, "este emocionante estudio nos da una clave sobre acumulación de placas en la enfermedad de Alzheimer".
"Ahora necesitamos llevar a cabo más estudios para descubrir por qué el sistema no funciona apropiadamente y si el beta-amiloide es tóxico en concentraciones elevadas".
"La cuestión más apremiante es si este proceso comienza antes de que aparezcan los síntomas, porque esto podría ser vital para el desarrollo de nuevos tratamientos", añade.
Otros especialistas, sin embargo, son más cautelosos.
El doctor Simon Ridley, de la organización Alzheimer Research Trust, también del Reino Unido, comenta: "Tal como los propios investigadores explican, éste es un estudio pequeño y todavía no está claro si el incremento en el beta-amiloide es la causa de la enfermedad o un síntoma".
"Para encontrar las respuestas a estas elusivas preguntas y hallar un tratamiento efectivo para la demencia, debemos invertir en más investigaciones".
Actualmente, unos 35 millones de personas viven con demencia en el mundo y se cree que esta cifra se duplicará cada 20 años.
Eso significa que, para 2050, habrá en el planeta 115 millones de individuos con mal de Alzheimer.
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