Allí, hace unas semanas decenas de activistas gritaron consignas, cantaron canciones de protesta y leyeron proclamas contra el gobierno.
El presidente Alexander Lukashenko gobierna esta ex república soviética de diez millones de habitantes desde 1994.
Y seis años atrás reformó la Constitución para poder presentarse a un número ilimitado de mandatos.
"Elegimos un zar"
Diplomáticos y analistas políticos esperaban que la elección presidencial de este domingo fuera precedida de una campaña fuertemente controlada.
Lukashenko necesita mostrarle esto a los europeos porque precisa el dinero de EuropaPero un repentino florecimiento de la libertad ciudadana en lo que es uno de los sistemas más autoritarios del mundo político-"la última dictadura" de Europa, como algunos lo llaman- tomó a los observadores por sorpresa.
Andrei Sannikov, candidato opositor
Además de permitir la recolección de firmas frente al centro comercial, la policía se mantuvo al margen durante una reciente manifestación de alrededor de3.000 personas en la plaza principal de Minsk.
Por primera vez, la televisión estatal emitió un debate entre los nueve candidatos que se oponen a Lukashenko.
Dado que Lukashenko no se presentó, los nueve aspirantes utilizan su tiempo de aire para criticar al líder de Bielorrusia.
Y los candidatos han podido hacer campaña por televisión atacando abiertamente al gobierno, aunque cada uno recibió sólo una hora de aire durante la toda la campaña.
"Nuestras autoridades respetan sólo una posición: la del poder", dice Vital Rymasheuski, candidato de Democracia Cristiana."Teníamos la intención deelegir un presidente, pero hemos elegido un zar que se preocupa sólo por sus hijos", agrega.
Si la elección es democrática, la Unión Europea promete prestarle al gobierno US$4.000 millones.
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